miércoles, 22 de junio de 2016

Soul meets Jamaica

No sabemos si a estas alturas os preguntáis qué tiene que ver Diana Ross con los sonidos jamaicanos pero no cabe si no decir "muchobastante".

Corrían los dorados años sesenta en las calles del gueto de Trenchtown. La Orange St. estaba en plena efervescencia musical. Studio 1, en Brentford Road, partía la pana que no veas y, provenientes de la Alpha Boys School (escuela que merecerá su oportuno post otro día), Don Drummond, Tommy McCook, Lester Sterling, Roland Alphonso y compañía estaban arrasando con la big band que más tarde se convertiría en una puta institución en lo que a ska se refiere.



Jamaica estaba amaneciendo. Con la independencia del Imperio Británico recién conseguida el país necesitaba dotarse de identidad propia. Algo que exportar al mundo. Una música suya. Pero...espera,¿de dónde trincarían las influencias si llevaban toda la puta vida haciendo lo mismo?

-Quizás el rythym and blues americano nos valdría. (Y les valió)
-Yo creo que mejor el calypso o el mento, que es más de por aquí. (Y les valió)
-Pues en USA ahora hay una movida que lo está petando, se llama soul. (Y lo aprovecharon)

Démosle al pause un momento para saltar a otro capítulo.

Érase que se era una ciudad de Michigan, al noreste de los Estados Unidos de América. Una ciudad, por qué no decirlo, que estaba condenada a la despoblación y al deterioro. ¿El motivo? Solo fabricaban coches, nada más.

-¡Yo lo se,profe! Es Detroit.
-Muy bien, niño rata.



Como ha dicho este niño con cara de rata, esa ciudad era Detroit. Pero algo sucedió en 1959...
Un señor, Berry Gordy, decidió fundar una discográfica que acabaría adoptando vida propia, Tamla, que fusionó con Motown. Lo que surgió de ahí ("El Sonido Motown"), y sobre lo que no hablaré ahora, seguramente no tenga parangón en la historia de la música: la meca del soul.



Pues bien, volviendo a nuestra isla...La música jamaicana de los años sesenta (queriendo abarcar con ello no solo el ska si no también los 18 gloriosos y el reggae) constituyó un antes y un después en lo que a música en general se refiere. ¿Original? Sí. ¿Copiota? También. Y cuando digo copiota es que dudo que ningún productor pagase un solo dólar por derechos de autor a los americanos, y no solo de Motown... Sí, amigos, no olvidéis que estamos en la escasamente asfaltada Jamaica, no en Beverley Hills.

En resumen, se produjo un picoteo constante por parte de los productores jamaicanos de los éxitos que el soul se iba labrando. Una versión por aquí y otra por allá. El resultado, éste:

Jackie Opel-Send me (Sam Cooke)


Reggae Girls-Rescue me (Fontella Bass)


Derrick Harriott-Mama didn`t lie (Jan Bradley y escrita por nada más y nada menos que Curtis Mayfield)




*Os dejo aquí una rareza de soul-yeyé mexicano que me he encontrado de Laura Armendáriz y me ha parecido digna de mención...



Harry&Radcliffe-History (Sam Cooke-Wonderful world)



Derrick Harriott-Reach out, I`ll be there (Four Tops)



Prince Buster-My girl (The Temptations)



Pat Kelly-The tracks of my tears (Smokey Robinson and the Miracles)



David Isaacs-Place in the sun (Stevie Wonder)



Bueno, con esto habéis tenido suficiente aperitivo. Os aconsejamos seguir indagando en esta especie de subgénero-plagio que los jamaicanos convirtieron en un filón.

Ahora toca sacar una conclusión (si es que es posible).

¿Superaron las versiones jamaicanas a las propias originales del soul o no supieron hacerlo tan bien?



Bueno, en mi humilde opinión de jamaicómano, hay que atender a cada caso. Hay que saber que estamos hablando de países, culturas y contextos muy diferentes pero, hay que reconocer que muchas de ellas se pasaron a la original por la piedra (repito,desde mi opinión).

¡CUAC!


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